La filosofía de Platón representa el mayor
grado de madurez de la filosofía griega y uno de los pensamientos más
influyentes en la historia de la humanidad. Su valor no proviene sólo del
contenido de su pensamiento sino de su capacidad para abrir la mayoría de los
problemas de la filosofía y de abordar estos con profundidad, rigor y belleza
singular.
Todo su quehacer
filosófico depende de dos convicciones básicas. Primero que la filosofía, el
esfuerzo por el saber, es el medio
idóneo y casi exclusivo para la mejora y el perfeccionamiento espiritual y
moral del hombre, siendo por tanto esa su meta y tarea. En segundo lugar no
sólo cree que la realidad es inteligible
sino que de forma radical afirma la identidad entre el ser y la
inteligibilidad, careciendo de verdadero ser lo no inteligible.. Lo primero nos
lleva a destacar el papel fundamental
que ha de tener la filosofía en la vida práctica moral y en la
organización política de la sociedad. Lo segundo lleva a esclarecer la forma
como hay que concebir la realidad, la verdad y el conocimiento científico, si
el ser es por principio inteligible. Estos dos aspectos son sin embargo
indisociables y complementarios: la preocupación por el perfeccionamiento
humano tiene que ir acompañado del desarrollo del conocimiento y del esfuerzo
por apresar la verdad, tarea que ha de estar encomendada a la ciencia
(episteme).
La ontología platónica se basa en que
tiene que darse una perfecta correspondencia entre el saber verdadero y la
realidad verdadera. De acuerdo con Sócrates el conocimiento verdadero sólo
puede versar sobre las ideas universales, pues sólo éstas admiten
definición. Estas ideas son objeto del
pensar pero no de la observación sensible. Sólo cabe definir lo que es una mesa
en general pero no una mesa concreta ya que ésta es cambiante, perecedera y
contiene una infinitud de propiedades. En cambio la idea de mesa, idea
universal, es eterna, tiene unas propiedades limitadas, no cambia, es siempre
la misma. Se dice que Sócrates creía que la definición de la mesa en sí
expresaba la esencia mesa, es decir el aspecto (eidos) o la
cualidad que determina que un objeto cualquiera sea una mesa. Pero Platón
admitiendo esto va más allá. En este punto hay que anotar también que también
debió tener en cuenta la creencia pitagórica de que los numero son entes
racionales con existencia propia aunque no sean visibles. Si la realidad
verdadera coincide con lo que podemos conocer verdaderamente, hay que admitir
que : la verdadera realidad no es lo material y
sensible a lo que estamos acostumbrados a primera vista, sino aquello que
captamos con la inteligencia y la razón. La verdadera realidad es
exclusivamente racional e inteligible., mientras lo material y sensible es mera
apariencia de esa verdadera realidad.
¿En
qué consiste la verdadera realidad? La respuesta de Platón es la teoría de las Ideas o de las formas,
núcleo de toda su filosofía.Esta teoría constituye el
vértice del pensamiento de Platón y su hilo conductor. Esta constituye
una alternativa radical, completamente novedosa y original, a los intentos de
comprensión de la naturaleza de todos los filósofos anteriores, lo cual no
impide que Platón recogiese gran parte de sus aportaciones. La grandeza de
Platón fue advertir que si la ciencia tenía que ser un conocimiento universal
eso sólo podía suceder en el caso de que la realidad fuera inteligible y que
por tanto consistiera en determinaciones o atributos “universales”. Dicho de
otra manera.: en lugar de tratar de seguir el camino imposible de entender lo
universal, lo que vale para todos, a través del testimonio de los sentidos, que
sólo valen para algunos casos, se trata de descubrir lo que son las cosas
particulares, el orden concreto de la experiencia, a partir de las ideas que
pueden servir de antemano para toda la realidad.
Las
Ideas son la parte racional de la realidad, a modo de programas o diseños que
contienen todas las propiedades que permiten que las cosas sean como son.
Platón proyecta a la naturaleza lo que sabemos de los productos artificiales:
una casa no se puede formar por la mera
y casual agregación de ladrillos u otros materiales, es preciso un
diseño o plano que, como tal, es puramente ideal o racional. Las Ideas son así entidades
ideales, poseedoras de las propiedades que atribuye Parménides al
ser, pues para Platón son propiamente el ser, con la diferencias de que no hay
un único ser sino una pluralidad de seres, es decir Ideas. Ideas son todas las
entidades que puede comprender la razón: los grandes principios lógicos, los
valores o principios morales, pero también los géneros y hasta los números.
<¡cuidado!: las Ideas no son conceptos mentales, son entidades reales. Los
conceptos representan a las Ideas>.
Las Ideas o las Formas son por tanto
los principios o estructuras a partir de las cuales las cosas concretas que
vemos pueden llegar a ser lo que son. Según esta aproximación las Ideas son
entidades “universales” que existen por sí mismas y se distinguen de las cosas
materiales o visibles. Estas entidades se corresponden con los atributos y
significados de los nombres comunes y serían en general las cualidades
distinguibles que forman parte del universo.
Podemos destacar las siguientes
características de las Ideas.:
1. Son
inteligibles,-se conocen intelectualmente no de forma sensible-, inmateriales,
únicas -no pueden existir varias Ideas sobre lo mismo-, inmutables
–no cambian, ni varían, ni se mueven-, eternas –ni nacen ni perecen y limitadas
, es decir son completas en cuanto a sus propiedades.
2. Están
ordenadas entre sí y forman una “comunidad”, guardando entre ellas relaciones
lógicas y jerárquicas según la naturaleza de cada una, distribuyéndose por su
cualidades comunes y las notas diferenciales en géneros y especies. Toda esta
comunidad estaría presidida por una idea suprema, que en la República denomina
el Bien, mientras en alguna obra posterior es la Idea de la Unidad y de la
Belleza. El Bien es una Idea que transciende a todas las Ideas abarcándolas y
comprendiéndolas. Nada puede existir realmente sin participar del Bien, es
decir sin ser bueno y útil para el conjunto de la naturaleza.
3. Son
trascendentes en tanto que son independientes de las cosas sensibles y
también de los pensamientos, conceptos e imágenes mentales.
¿Qué tipo de Ideas existen?.
Platón no da una respuesta terminante, consciente de los problemas que su
teoría plantea. En sus diferentes obras se refiere a diversos tipos de Ideas:
-Ideas éticas y estéticas: el bien, la
justicia, la belleza...
-Ideas matemáticas, de las que
provendrían los números y las figuras: la unidad, la díada o dualidad, la
circularidad...,etc. En diversas obras considera a los número como
“intermedios” entre las Ideas y las cosas materiales.
-Ideas lógicas o categorías
universales: lo mismo y lo otro, la diferencia y la unidad, el movimiento y el
reposo...,etc
-Ideas de los géneros y de las
especies que forman los grupos de las cosas materiales.
-Pero también en sus obras de madurez
reconoce que pueden ser Ideas cualquier cualidad de las cosas, por muy nimia
que parezca.
La teoría de las Ideas implica un dualismo
ontológico: no hay una realidad única sino dos mundos separados: el mundo
inteligible y el mundo visible, que son el mundo de las Ideas y de
las cosas materiales. El mundo
inteligible es propiamente la verdadera realidad, el ser, aquello que
inequívocamente; el mundo sensible es una apariencia del mundo verdadero que no
alcanza la categoría de lo plenamente verdadero, pero sin llegar a ser tampoco
todo falso. Este mundo visible corresponde al ámbito del devenir, de aquello
que en parte es y en parte no es.
¿Siendo independientes y trascendentes
qué relación guardan las Ideas con las cosas materiales?.
Nótese que la independencia no
significa falta de relación pues las Ideas son la razón de ser de las cosas visibles
y en general del orden del universo. De no existir no habría cosas sino caos.
Platón no aclara tampoco la forma como las Ideas se relacionan con las cosas
sensibles, tal vez porque esto sea imposible. Establece sin embargo la forma de
ser mutua. Por una parte dice que las cosas son en cuanto participan de
las Ideas (por ejemplo el joven participa de la Idea de juventud, el dos de la
dualidad, el justo de la Justicia..etc). Por otra parte dice que las Ideas son
el modelo o paradigma, y que las cosas son copias, imperfectas de ese
modelo. Así de esta manera las Ideas son causa de las cosas.
En
lo que respecta al conocimiento y
el saber (gnoseología) habrá que distinguir
primero entre el conocimiento intelectual y el conocimiento sensible. A
ello corresponden dos formas básicas de saber: la ciencia (episteme)que es un conocimiento de
las cosas por sus causas, basado en la razón, y por otra parte la opinión (doxa),
que es un conocimiento de las cosas particulares sin saber sus causas. Por
supuesto las causas son las ideas. El conocimiento racional más elevado es la intuición
intelectual (noesis) que
consisten e ver las Ideas de forma
inmediata con la razón. A ello corresponde el saber por excelencia: la
dialéctica, consistente en unir y dividir las Ideas, según sus diferencias
y puntos en común, tal como hacen los zoólogos al distinguir, géneros,
especies, familias...etc . Hay que tener en cuenta que las Ideas constituyen
una comunidad y está distribuidas jerárquicamente de las más complejas a las más
simples, estando presididas por la Idea del Bien que lo gobierna todo.
El arte dialéctico ha de distinguir y poner en común las diferencias buscando
inagotablemente su conexión con la idea del Bien, es decir su relación con el
conjunto de la naturaleza.
La forma inferior de conocimiento racional es
la dianoia o razonamiento. El saber correspondiente son las
matemáticas que trata de números y figuras. En general para Platón los
números son entidades ideales que están entre las Ideas en el sentido estricto
y las cosas materiales, sirviendo de nexo entre ellas.
Por
lo que respecta a la opinión o conocimiento sensible esta puede estar
fundada en razones,< pistis = fe> , o ser una mera
impresión sin fundamento,<eikasía = imaginación>, tal como
aparece en el final del Menón. El famoso mito de la caverna muestra que a la
verdad se accede elevándose desde el conocimiento sensible al conocimiento
intelectual has ta llegar a la contemplación del Bien.
La
clave de la concepción del conocimiento
es la teoría del recuerdo (anamnesis) tal como aparece en el
Menón (véase).Se plantea como es posible que lleguemos a un conocimiento
objetivo (universal y necesario) si, como aparentemente sucede, conocemos sólo
por medio de los sentidos. De ninguna manera estos nos pueden suministrar una
idea general por simple agregación de diversas impresiones sensibles. Es
preciso por el contrario tener una idea general previamente para poder
reconocer cualquier cosa por medio de los sentidos. Por ejemplo tengo que saber
primero lo que es el cinco y el número para poder decir que esta mano tiene
cinco dedos. Como esta idea general no puede provenir de la experiencia no cabe
admitir otra cosa que la tenemos de forma innata. ¿Pero como es ello posible?:
sólo cabe que la hayamos conocido en otra vida anterior, y que esté en el fondo
de nuestra mente aunque olvidada (junto con la otra vida anterior).
Precisamente al ver algo parecido a ello recordamos lo que tenemos en el olvido
y nos hacemos conscientes de las ideas. Platón trata de justificar y demostrar
esta conclusión con el relato del esclavo (véase Menón). Lo importante no es
tanto el recurso a la doctrina de la inmortalidad y trasmigración de las almas
(Recurriendo Platón a teorías religiosas), sino precisamente el establecimiento
del principio de la independencia de lo racional respecto a lo sensible, y la
supremacía de lo racional. La intención fundamental de platón es fundamentar una teoría gnoseológica, no promocionar
una teoría religiosa.
La
doctrina del recuerdo es la base del dualismo
antropológico: el hombre es un compuesto de cuerpo y alma. El alma,
como intelecto y razón, es la parte fundamental del hombre, pero esta encerrada
en un cuerpo y se ha de servir de los sentidos que velan la verdadera realidad.
El fin último de la vida es liberarnos de las ataduras materiales para
elevarnos a lo espiritual.
La
cosmología
platónica es consecuencia de su ontología. Rechaza especialmente el modelo
atomista que trata de explicar el orden del mundo como resultado del choque de
átomos y por tanto del ciego azar. Lo fundamental es que el universo obedezca a
un orden, un plan eterno, universal e inmutable. Tal plan es el mundo de las
ideas. Aparte de ello existe la materia informe que como la arcilla se ha de
moldear alcanzado la forma según el plan. ¿Cómo ocurre?. Platón recurre a la
idea del Demiurgo, una especie de divinidad que como los constructores o
artesanos forma las cosas conforme a las ideas. Ordena la naturaleza
matemáticamente según el modelo pitagórico e inspira a la materia un alma universal
que da pie al movimiento del universo. Estamos ante el primer modelo
teleológico y holista coherente, que inspirará la Física de Aristóteles, y se impondrá hasta
el siglo XVII. Este modelo postula una visión de conjunto en el que el universo
es como “un inmenso animal” y todos los seres son miembros del mismo, estando
determinada su naturaleza por la función que desempeña dentro del conjunto.
Como se puede ver la explicación decisiva descansa en las causas finales.
La
ética y la política
constituyen la otra parte de la filosofía platónica, siendo esenciales para
entender este pensamiento. Como se ha indicado el fin de la filosofía no es
sólo la contemplación y el conocimiento teórico, también tiene de forma
ineludible una finalidad practica: es obligación del sabio dirigir
correctamente su vida y la de los hombres hacia el Bien.
La
ética se ocupa del bien personal. El alma tiene inteligencia, voluntad y
apetitos sensibles. La parte racional ha de gobernar la parte sensible
y dirigir así la voluntad hacia el Bien,
alimentando el amor (eros) el impulso de todas las almas hacia el bien (lo perfecto y
eterno). Es lo que se conoce como “amor platónico”. Se requiere ejercitar las
virtudes propias de cada parte del alma: la prudencia para la parte
racional, la fortaleza para la parte volitiva y la continencia par la parte apetitiva
y sensible. La armonía de estas partes es la justicia, máximo bien
personal es una vida justa basada en la sabiduría.
Sin
embargo el centro de su concepción moral es la Política, tal como la desarrolla
en su principal obra “la República”. Platón parte de que el individuo no puede
ser bueno por sí mismo, si la sociedad no es buena y viceversa. La vida
individual y la vida en comunidad son inseparables. Si los individuos carecen de educación y se dejan llevar por
sus instintos serán egoísta y tiranos sin margen de mejora y de justicia. La
clave es organizar modélicamente y de forma justa la sociedad. ¿Cómo ha de ser
la sociedad justa ideal?.
A)Debe estar gobernada por sabios, o mejor
filósofos, pues solo ellos conocen el Bien y lo practican, careciendo de
intereses egoístas. Al haber llegado a conocer o acercarse al Bien, pueden
enseñar a los demás para conseguirlo. (véase el mito de la caverna).
b)
Debe ordenarse en grupos o estamentos compuestos por los individuos según su
naturaleza: los artesanos y trabajadores, aquellos en los que predomina la
parte sensitiva; guerreros y guardianes, los de la parte volitiva; gobernantes
y maestros los de la parte racional. Si hay armonía en todas estas parte será
posible la justicia.
c)
Debe educarse a cada grupo desde la niñez según sus capacidades, dejando el
nivel superior para los filósofos y futuros gobernantes. Esta misión
corresponde al Estado, quien a su vez tutelaría a todos desde la niñez,
controlando a su vez el conjunto de la economía y la propiedad privada, caldo
de cultivo del egoísmo.
Este
modelo se inspira en la antigua Esparta, a la que Platón y otras experiencias,
especialmente la que tuvieron los pitagóricos en Sicilia y el sur de Italia. El
mito de la caverna expresa de forma coherente este ideal platónico, del que se
desengañó al final de sus días después de intentar llevarlo a la practica, con
un rotundo fracaso, en Sicilia.
Pero
todo esto no es sino intentos y tanteos de dar forma a su principal y obsesiva
preocupación, la que le llevaba entender
la filosofía como “una preparación para la muerte”, es decir el instrumento
privilegiado para acercarnos a lo eterno, bello e inmortal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario