lunes, 18 de febrero de 2013

GUÍA PARA LA LECTURA DEL MENON DE PLATÓN

















El Menón es un diálogo de transición entre los primeros diálogos (socráticos) y los diálogos de madurez en los que presenta la teoría de las Ideas. Apunta no obstante a esta teoría y contiene temas decisivos de la filosofía de Platón: la teoría del conocimiento (anamnesis) , la inmortalidad del alma, la diferencia entre conocimiento y opinión, la relación entre el saber y la política o el gobierno.
Es muy patente la influencia de Sócrates, (en la primera y segunda parte)y de forma implícita  de Pitágoras (segunda parte). De S toma el criterio de conocimiento de las cosas por sus esencias, la necesidad de la definición (primera parte) y el conocimiento como un sacar a luz  la verdad interior (segunda parte). De PG.. (segunda parte) la inmortalidad del alma y la preocupación por las matemáticas como ejemplo de verdadero conocimiento .Así mismo es notable la crítica a los sofistas (primera parte) , especialmente su concepción de la virtud ,y  su mal ejemplo (tercera parte).
Se puede dividir en cuatro partes:
1.-¿Qué es la virtud? 1-440
2.-¿Qué es el conocimiento? 440-745
3.-¿Es la virtud un saber? 745-1320

PRIMERA PARTE.

Menón, joven influido por los sofistas y afanoso de saber, se pregunta si la virtud es enseñable. Sócrates plantea que para saber cómo es algo, es preciso saber antes qué es (20-25). De esta forma se  recoge la concepción socrática del saber y de la definición.
Siguiendo esta orientación M. responde de dos formas:
-Primero dice que la virtud de un hombre es x, de una mujer es y, de un gobernante es z...etc. Pero esto no vale porque “es un enjambre de virtudes” (60) y la esencia de la virtud es algo único. Sócrates reclama que hay que fijarse en la esencia ( precedente de las Ideas).S ilustra esto con otros conceptos como el de salud (60-90)
-Segundo M define la virtud como “la capacidad de mandar sobre los hombres” (120). Pero la virtud ha de ser única (135) como el concepto de figura (150-230).< Aclarado este criterio M plantea ingeniosamente si puede definirse el color, lo que da pié a una alusión a los pluralistas (Empédocles y la teoría atomista de los efluvios 245-255)>.
 M ha encontrado una virtud entre otras pero no qué es la virtud en general (280). Intenta hacerlo de nuevo diciendo primero “que es ser capaz de procurarse cosas bellas el que las desea” (285). Pero todos deseamos la belleza pero no todos somos virtuosos replica S. <Este extremo da pié a una exposición resumida del intelectualismo ético de S  (8285-330)>. Hace falta además que  se tenga “el poder de procurarse los bienes” (340) y de hacerlo con justicia (360). Sin embargo vuelve a replicar S que la justicia es una virtud pero no la virtud. El concepto de justicia supone el de virtud y hay que conocerla “en conjunto” (380). S repite la pregunta inicial como si no se hubiera avanzado  nada (405).
Como conclusión sobreviene la desesperación de M y el aborrecimiento de S al que compara con un “torpedo entontecedor” (410). S lidia irónicamente al irritado interlocutor atribuyéndole lo que el mismo S piensa como si fuera M quien pone en problemas a S y no al revés.

A retener:
-el criterio socrático de la definición y del saber.
-la crítica al relativismo de los sofistas.
-la aparición de la ironía socrática.


SEGUNDA PARTE .EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO.
-Punto de partida.(430-450) Si se ha fracasado en definir la virtud, ¿no será que no sabemos qué es el conocimiento y la investigación?. Habrá pues que indagar qué es el conocimiento y la investigación.
Hay una dificultad previa aparentemente insalvable, como si el conocimiento fuera en sí mismo algo contradictorio, que constituye la aporía o paradoja del conocimiento (440-450):Investigar es buscar algo que no conocemos, pero si no sabemos lo que buscamos, ¿cómo lo podemos buscar?, y ¿si lo sabemos ¿qué necesidad tenemos de buscarlo?. En cualquier caso sobra investigar y  el conocimiento es algo imposible.
-Desarrollo del tema. La respuesta de S es la teoría de la reminiscencia: el conocimiento es recuerdo (455-745): Sabemos la verdad, pero yace olvidada en el fondo de nuestra alma. Tenemos que recuperarla haciéndola consciente y rescatándola del olvido. Investigar es así recordar lo latente, no informarse de algo completamente nuevo.
La exposición y justificación de esta teoría tiene dos partes:
-1ª/Mítico-religiosa.(460-490).En el fondo es un argumento de autoridad al que acude para predisponer a la audiencia. Evoca la doctrina pitagórica y órfica (sin citarlos) de la inmortalidad y la trasmigración del alma. Concluye que el recuerdo de algo verdadero (implícitamente las Ideas) nos permite entrar en relación con el orden de la naturaleza y con todas las ideas, porque “la naturaleza es homogénea”. 480. Con lo que “investigar y aprender no son otra cosa que reminiscencia” (480). Por si fuera poco hay otra razón práctica: el argumento polémico nos hace vagos, pues nos desanima, la teoría de la reminiscencia nos hace activos, pues nos anima a conocer. (485).
-2ª)Demostración práctica (es lo verdaderamente importante): Por medio de un diálogo con el esclavo que demuestra el teorema de Pitágoras. (500-745). Estamos en el corazón de toda la obra y no sólo de su teoría del conocimiento.
 A tener en cuenta que es analfabeto, pero habla griego y a lo que se ve es avispado. La clave es que el esclavo saca a luz lo que en el fondo ya sabía, pero que no podía aprenderlo por experiencia, pues nada sabía de matemáticas. S  le ayuda pero no le enseña contándole como es ese teorema sino orientándole (ayudándole a deducir).
El proceso de investigación reproduce en el fondo los pasos de la mayéutica de S (el verdadero) y tiene dos partes:
.La primera hasta que el esclavo dejándose llevar por lo que parece a primera vista cae en la cuenta de que se está equivocando y no puede seguir (615-620).
.La segunda que lleva a la conclusión feliz, condición de lo cual ha sido reconocer que antes creía saber y no sabía.(690)
Tras la conclusión S. Explica el verdadero sentido de la reminiscencia “No llegará a la ciencia sin que nadie le enseñe, sino preguntándole sólo, y sacando él la ciencia de sí mismo? (705).
Demostrada la teoría de la R. es necesario admitir la inmortalidad del alma y el conocimiento de las ideas en otra vida(715-745). Nótese que procede de forma inversa a la justificación mítica –religiosa: la reminiscencia prueba la inmortalidad del alma y no al revés.

A retener:
-la aporía del conocimiento
-la teoría de la reminiscencia
-la inmortalidad del alma como consecuencia de la reminiscencia
-el paralelismo entre la reminiscencia y la mayéutica.
 


 
TERCERA PARTE. ¿ES LA VIRTUD UN SABER?.

Esta parte vuelve a indagar sobre el tema ético de la virtud, pero sirve a Platón para esbozar los problemas de orden práctico y político que se siguen de este tema. No menos relevante son las implicaciones epistemológicas sobre la naturaleza del saber que para Platón no quedan en mera teoría, sino que tiene importantes consecuencias para diseñar el gobierno de la sociedad: no puede funcionar igual la sociedad si se puede enseñar la virtud o no, si los gobernantes son sabios o no.
Punto de partida.755-780. Si ya sabemos que conocer es descubrir la verdad interior, habría que volver a preguntarse qué es la virtud, para descubrirla de esa manera. Pero a M le obsesiona saber si la virtud es enseñable. Sócrates, aunque preferiría volver al planteamiento original, se aviene a ello (quizá porque en el fondo le preocupa primero que todo aclarar su relación con el saber). Pero lleva la investigación a un nuevo terreno: propone indagar si la virtud es enseñable pero indagando primero si la virtud es un saber o conocer. Es el mismo método que las matemáticas, que proceden según Platón, por hipótesis. Es decir da por supuesto los principios y términos de partida. En este caso la virtud solo puede ser enseñable si es un saber. Tomemos como hipótesis pues que sea un saber y tratemos de demostrarla. <Aclaración a tener en cuenta: Platón emplea el término hipótesis  en un sentido diferente al habitual en nosotros. Decimos: Si ocurriera A, entonces es el caso que B y tratamos de comprobar B, en cuyo caso damos por válida A. Platón dice: si la virtud es un saber (A) entonces es enseñable (B), y trata de demostrar directamente A, con lo que automáticamente daría por demostrado B.>
<Otra aclaración a tener en cuenta: Platón esboza en este texto por primera vez la diferencia entre el conocimiento dialéctico (sobre las Ideas) y el conocimiento matemático (que parte de hipótesis), tema que tratará sistemáticamente en la República: ver los grados del conocer>.
Intento de demostración de la Hipótesis “la virtud es un saber”.
1er paso.(790-875)Procede por deducción teórica: la virtud lleva consigo el bien y el beneficio para quien la tiene, pero sin conocimiento no se puede hacer buen uso de nada, no hay bien posible. Implica el uso recto (815) y la prudencia (840), lo cual es conocimiento. Por tanto sería enseñable (875).
2º paso.(875-1150) Demostración por la experiencia. El primer paso parece verdad, pero es demasiado fácil, hay que ver si concuerda con la experiencia.
 Si es un saber tendrá que haber maestros, ¿los hay realmente? (885).

Los que se tienen por los maestros más reputados son los sofistas. ¿Enseñan acaso la virtud? (945) Le pregunta aquí al fogoso Anito, político demócrata que desprecia a los sofistas y que arremete contra ellos.  S aprovecha (no sin oportunismo) para ridiculizar a los Sofistas, afeándoles de paso que cobren por pervertir (955).
Puesto que quienes se dedican a enseñar no conocen la virtud ¿quién puede tener ese saber?. Según A cualquier gobernante honrado, que los hay y ha habido(1000)-1010).
Pero objeta S, aunque existieran no se les puede considerar maestros pues ni siquiera han sido capaces de enseñar la virtud a sus hijos (1015-1085). Anito se ofende y se marcha malhumorado por tamaña conclusión.
 <nota interesante: Anito fue uno de los acusadores que llevaron a la condena de Sócrates. Platón hace de las palabras de Anito contra Sócrates una premonición de lo que pasó en el juicio>.
Dejando atrás a  A,  S refuerza su rechazo a que los sofistas sean maestros apelando a que el mismo Gorgias, una de las mayores autoridades de los Sofistas, lo niega (1105)

3er. Paso.(1180- 1305)En el caso de que no fuera saber, puesto que no se ha podido demostrar, ¿sería la virtud una opinión verdadera?.
La experiencia no ha demostrado que la virtud sea un saber. ¿no es posible que la práctica correcta no provenga del saber?, o cuanto menos ¿no es posible que no siempre para ser bueno haga falta el saber?. Podría suceder así si la virtud fuera una opinión verdadera y no necesariamente verdadero saber(1160). En ese caso la virtud ni sería saber, ni tampoco sería algo enseñable, pero se explicaría que hubiera hombres virtuosos, según sabemos por experiencia.
El tema sirve para distinguir entre mera opinión y opinión verdadera, pero sobre todo entre la opinión verdadera y la ciencia.(1175-1215)
La opinión verdadera son como las estatuas de Dédalo: se escapan y se mueven sino se las sujeta. Es decir son creencias que aunque funcionen, como quien con planos se podría guiar por un camino que desconoce, no pueden dar cuenta del por qué y pueden fallar en cualquier momento.
La ciencia por el contrario es un conocimiento con fundamento, y no por mero tanteo, que versa sobre lo que vale para siempre y no sólo un momento.(1205-1215)
Tal vez la virtud sea sólo opinión verdadera, pero entonces ni se podría haber aprendido ni se podría enseñar <nótese que para Platón enseñar no es transmitir conocimientos tal como se entiende habitualmente y entendían los sofistas, sino ayudar a pensar>. Como es opinión no se tendría por naturaleza(1245), solo es posible como la tienen los profetas, los adivinos o los agoreros(1285) , por “inspiración divina”. Pero entonces la virtud no se podría generalizar para todos, alcanzaría sólo a los afortunados, que obrarían bien “sin saber nada de lo que dicen”(1295) <otra muestra de la ironía socrática>. En realidad  S hace evidente lo absurdo de esta tesis. Si fuera verdad, ¿podría ser entonces la sociedad en su conjunto, o por lo menos dominantemente, virtuosa?

Conclusión general.
No hay conclusión definitiva sobre la tercera parte. No se ha podido demostrar que la virtud sea un saber, es posible que sea opinión verdadera y se tenga por inspiración divina, pero ni hay pruebas definitivas de ello ni esto tampoco descartaría que fuera un saber(1320).
Queda una última posibilidad: Puesto que nos preguntamos si hay maestros de virtud y estos no pueden ser los adivinos, ¿si hubiera “políticos capaces de enseñar a otros políticos” no serían maestros de la virtud?,(1310) ¿si hubiera maestros de la virtud no se demostraría prácticamente que la virtud es un saber y es enseñable?. Queda implícito que tales políticos tendrían que ser sabios, única forma de poder enseñar algo. Platón dice de ellos que serían “como un ser real entre sombras”(1315), anticipando así la Alegoría de la Caverna, del libro VII de la República.
Esto queda planteado como mera posibilidad. En la obra posterior, la República, tratará de demostrar esta posibilidad respondiendo a la pregunta: ¿cómo podría el saber, es decir los sabios, gobernar la vida humana?,¿cómo tendría que organizarse la sociedad sabiamente?.
S acaba diciendo que todo esto lo podríamos aclarar con seguridad (1320) si supiéramos qué es la virtud, como si tuviéramos que volver a empezar ¿ha valido la pena llegar hasta aquí? , ¿se empezaría otra vez desde cero?.

A retener:
-el conocimiento matemático y el conocimiento dialéctico.
-los grados del saber y del conocer.
-el conflicto dialéctico de Platón y Sócrates con los sofistas
-la diferencia entre opinión y ciencia
-la finalidad política del saber

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